A viajar

"Sólo sé que nada sé... y ni de eso estoy seguro". El viaje por el camino del conocimiento es un trayecto largo, infinito, inalcanzable ...
La aventura del conocimiento existe, pero no tiene fin, cada etapa terminada, implica un renacer, un nuevo comienzo..."

martes, 2 de febrero de 2010

Rock y prehistoria II


Seguía corriendo el 72, un sábado a la tardecita, encaramos con el Topo hacia el Cordoba Sport, antiguo estadio de box que quedaba en la calle Alvear entre Olmos y Lima (hoy playa de estacionamiento), allí nos ibamos juntando, contra el portón que abriría con la debida demora. Una vez adentro, la cosa cambiaba, eramos tan pocos (no estábamos de moda todavía) en relación al espacio que nos dábamos el lujo de sentarnos en una silla y utilizar otra como apoya pies. 

Y se largó el recital, con el grupo de soporte, un par de flacos desconocidos, por lo menos para nosotros, un piano, guitarra acústica y una flauta traversa, música blandita, baladas medio endulcoradas, no encajaban mucho con un público que iba a ver a "La Pesada", levantaron un poco con un rockito que hablaba de un tal Mr Jones y su familia, pero no logran calentar el ambiente, así, sin pena ni gloria pasaba Sui Generis, quien lo diría.


Al fín el momento tan esperado, luego del armado correspondiente con la presencia de 2 baterias, marca indeleble de la banda, y una parafernalia de cables y equipos, el escenario se comienza a poblar hasta que aparece la figura redonda de Billy Bond, la tribuna estalla y se larga un riff compacto y toda la banda a full nos parte en mil pedazos, todavía se me eriza la piel, ¡que fuerzón tenián esos guasos!

Luego de ese primer tema, ni me acuerdo cual, el gordo nos aclara que tocarán "hasta que se ponga el sol", para que quede claro esto significaba 3, 4 o mas horas de show, es que se trataba de rock en estado puro, aún no prostituido, aún no mercantilizado a la máxima potencia, y sí loco así era la cosa. Tan así que el recital se desarrolaba en total libertad, e incluso la banda convocaba a todo aquel que quisiera zapar con ellos, lo que resultaba en las mas extravagantes experiencias, me acuerdo de un loco que subió al escenario, cachó el microfono y comenzó a dar alaridos (propios de su estado) y no paraba, no habia forma, le cortaron el sonido y el loco seguía gritando, ni me acuerdo como lograron bajarlo. 

Es que La Pesada representaba los mas excitante de aquellos años, disconformismo, autenticidad, provocación, compromiso, ideales y no por casualidad fueron ellos los que protagonizaron lo que se llamó el "primer gran escándalo del rock nacional", fué en el Luna Park, cuando el gordo agitó a los de la popu para que tomaran las plateas por asalto y ante la intervención de la cana gritó por el micrófono ¡¡¡Rompan todo!!!, ¡que quilombazo!!! 

Un párrafo aparte se merece Jorge Pinchevsky, que desgarraba un violín amplificado eléctricamente al que le sacaba los sonidos mas bellos y delirantes, riff, solos e improvisaciones entre los que mechaba fragmentos de piezas clásicas, es que "Pin" era un músico de sólida formación que, incluso, había formado parte de una orquesta de cámara. 

Bueno, como verán, después de un año sin aparecer estos recuerdos me han recargado, continuará ....



 

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